El Silencio es buscar
tiempo a propósito para estar contigo mismo y pensar en ti y en aquello te
rodea. Buscar un momento para hablar con Dios, como en mí caso y con todos
aquellos “hermanos” con los que aprendí a sentir y a vivir, siempre
regocijándome en la calma que fluía de mi interior, intentando evitar
conversaciones superfluas y murmuraciones innecesarias con sus constantes
pérdidas de tiempo; y repasando en cada momento mi pasado, mi presente y el
futuro que pudiera acontecer a mi alma. A esto se le llama El Silencio
Reparador.
Hace tiempo, un gran
maestro mío me dijo mientras observábamos el mar azul desde el acantilado:
“El
Silencio puede ser una gran arma de defensa de la Comunicación, Recuerda que la
mayoría de los Santos evitaban, cuanto podían, la compañía de los hombres y
elegían vivir para Dios en su retiro.
- Cuantas veces estuve entre los hombres volví menos
hombre.
- Más fácil cosa es callar siempre que hablar sin
errar.
- Más fácil es encerrarse en su casa que guardarse del
todo fuera de ella.
- Por esto, al que quiere llegar a las cosas
interiores y espirituales le conviene apartarse de la gente.
- Ninguno se muestra seguro en público, sino el que se
esconde voluntariamente.
- Ninguno habla con acierto, sino el que calla de
buena gana.
- Ninguno preside dignamente, sino el que se sujeta
con gusto
- Ninguno manda con razón, sino el que aprendió a
obedecer sin replicar.
La
seguridad de los Santos siempre estuvo llena de temor divino por errar y estar
entre hombres. No es más santo el que obre milagros sino el que está más cerca
de Dios, evitando inseguridades de los malos que nacen con soberbia y
presunción, porque al final se convierte en el mismo engaño, por mucho que seas
un buen religioso o devoto ermitaño”.
Hace
unos años, dirigí un grupo de personas que quisieron voluntariamente seguir los
pasos y sentirse mucho mejor consigo mismas. Con el tiempo resultó que su
silencio no era nada más que el fruto de su Yo interno y que solo querían saber
de los demás y no dejaban conocerse al resto de los allí presente. Se
calumniaban en silencio y se criticaban por no abrirse al resto del mundo. Las
demás personas que pedían que dieran muestras de que su silencio era
perjudicial para el resto del grupo, con el paso del tiempo, esas mismas
personas que criticaban a sus compañeras, obraron de igual modo cerrando las
puertas a los que si habían confiado en ellas y dando a entender que su
silencio aún no había sido reparado.
Pero,
¿para que te sirve el Silencio? – les pregunté:
- El silencio me sirve para
pensar en mí misma poniendo mis ideas en orden y dándome cuenta de cómo estás
en cada momento de tu vida. Por desgracia, últimamente no nos paramos a
mirarnos por dentro ni a reparar en lo que nos pasa. Nos ayuda a aclarar
nuestras ideas y ver en qué parte obramos mal y en cual nos estamos desviando.
Muchas personas, hoy en día, no lo comparte con el resto, creyendo que no tiene
importancia y tiene más de los que ellas se imaginan.
- Si me paro y guardo
silencio, me asume un sentimiento de tristeza. Solo guardaría silencio si
hubiera algo que realmente me preocupase... Aunque no quiero eso, la vida es
muy corta para pasar la vida en silencio.
- Para mí, el silencio me relaja,
me sosiega, me hace pensar en esas cosas que con ruido soy incapaz de oír y
escuchar. Me gusta estar en silencio al igual que me gusta escuchar a gente que
habla con coherencia, con calma y que luego puedes analizar sus palabras en
silencio.
- Me gusta meditar y puedo ir a
mundos que están en mi mente, que seguro que, en algún lugar existen. Me siento
muy bien meditando y hablando con Dios. Le cuento mis problemas e inquietudes,
os puedo asegurar que es mi mejor amigo, porque me ayuda. Le oigo en silencio y
me aconseja por qué camino ir y cuál sería el correcto. También Él nos escucha
en silencio. A veces le echo de menos, pero los ratos que estoy así, en
silencio, disfruto de mi paz interior y me hace feliz.
- Tiene sus
inconvenientes: El silencio a una pregunta, el silencio a un enfado, cuando sufro
porque me contestan con un silencio, la formas de dejar una pregunta sin
respuesta y eso me hace sentirme culpable.
- El silencio puede ser tan
bueno como malo porque permite encontrarte a ti mismo y encontrar la
tranquilidad y la paz que buscas, siempre que puedas silenciar tu mente. Pero otro
lado, el silencio y la soledad te pueden llevar poco a poco a un estado de
acomodo y encontrarte a gusto contigo mismo llegándote a alejar de los demás.
Por desgracia, aquellas personas que están a su lado son los que sufren las
consecuencias porque se van alejando de tu vida con su silencio. Me da la
impresión de que miran para otro lado y no quieren escucharte.
- Llegar a un equilibrio
con el silencio es lo más importante porque, sin estar metido en ti mismo
puedes llegar a esos momentos de paz que necesitas para perdonar, reflexionar y
curar tus heridas.
En
definitiva, el silencio es una buena arma de defensa hacía el mundo que nos
rodea, pero cuando el silencio ya es palpable puede ser perjudicial para el ser
humano. El silencio es un buen mensaje y es la herramienta que tienes para
seguir viviendo y experimentando nuevas sensaciones.
No hagas de tu Silencio tu
forma de Vida ni lo utilices como Salvavidas.
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U+00A9
Jesús Mª Salvador ©
7-12-2019
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