sábado, 7 de diciembre de 2019

EL SILENCIO REPARADOR

El Silencio es buscar tiempo a propósito para estar contigo mismo y pensar en ti y en aquello te rodea. Buscar un momento para hablar con Dios, como en mí caso y con todos aquellos “hermanos” con los que aprendí a sentir y a vivir, siempre regocijándome en la calma que fluía de mi interior, intentando evitar conversaciones superfluas y murmuraciones innecesarias con sus constantes pérdidas de tiempo; y repasando en cada momento mi pasado, mi presente y el futuro que pudiera acontecer a mi alma. A esto se le llama El Silencio Reparador.

Hace tiempo, un gran maestro mío me dijo mientras observábamos el mar azul desde el acantilado:

“El Silencio puede ser una gran arma de defensa de la Comunicación, Recuerda que la mayoría de los Santos evitaban, cuanto podían, la compañía de los hombres y elegían vivir para Dios en su retiro.

-  Cuantas veces estuve entre los hombres volví menos hombre.
- Más fácil cosa es callar siempre que hablar sin errar.
- Más fácil es encerrarse en su casa que guardarse del todo fuera de ella.
- Por esto, al que quiere llegar a las cosas interiores y espirituales le conviene apartarse de la gente.
- Ninguno se muestra seguro en público, sino el que se esconde voluntariamente.
- Ninguno habla con acierto, sino el que calla de buena gana.
- Ninguno preside dignamente, sino el que se sujeta con gusto
- Ninguno manda con razón, sino el que aprendió a obedecer sin replicar.

La seguridad de los Santos siempre estuvo llena de temor divino por errar y estar entre hombres. No es más santo el que obre milagros sino el que está más cerca de Dios, evitando inseguridades de los malos que nacen con soberbia y presunción, porque al final se convierte en el mismo engaño, por mucho que seas un buen religioso o devoto ermitaño”.

Hace unos años, dirigí un grupo de personas que quisieron voluntariamente seguir los pasos y sentirse mucho mejor consigo mismas. Con el tiempo resultó que su silencio no era nada más que el fruto de su Yo interno y que solo querían saber de los demás y no dejaban conocerse al resto de los allí presente. Se calumniaban en silencio y se criticaban por no abrirse al resto del mundo. Las demás personas que pedían que dieran muestras de que su silencio era perjudicial para el resto del grupo, con el paso del tiempo, esas mismas personas que criticaban a sus compañeras, obraron de igual modo cerrando las puertas a los que si habían confiado en ellas y dando a entender que su silencio aún no había sido reparado. 

Pero, ¿para que te sirve el Silencio? – les pregunté:

- El silencio me sirve para pensar en mí misma poniendo mis ideas en orden y dándome cuenta de cómo estás en cada momento de tu vida. Por desgracia, últimamente no nos paramos a mirarnos por dentro ni a reparar en lo que nos pasa. Nos ayuda a aclarar nuestras ideas y ver en qué parte obramos mal y en cual nos estamos desviando. Muchas personas, hoy en día, no lo comparte con el resto, creyendo que no tiene importancia y tiene más de los que ellas se imaginan.

- Si me paro y guardo silencio, me asume un sentimiento de tristeza. Solo guardaría silencio si hubiera algo que realmente me preocupase... Aunque no quiero eso, la vida es muy corta para pasar la vida en silencio.

- Para mí, el silencio me relaja, me sosiega, me hace pensar en esas cosas que con ruido soy incapaz de oír y escuchar. Me gusta estar en silencio al igual que me gusta escuchar a gente que habla con coherencia, con calma y que luego puedes analizar sus palabras en silencio.

- Me gusta meditar y puedo ir a mundos que están en mi mente, que seguro que, en algún lugar existen. Me siento muy bien meditando y hablando con Dios. Le cuento mis problemas e inquietudes, os puedo asegurar que es mi mejor amigo, porque me ayuda. Le oigo en silencio y me aconseja por qué camino ir y cuál sería el correcto. También Él nos escucha en silencio. A veces le echo de menos, pero los ratos que estoy así, en silencio, disfruto de mi paz interior y me hace feliz. 

- Tiene sus inconvenientes: El silencio a una pregunta, el silencio a un enfado, cuando sufro porque me contestan con un silencio, la formas de dejar una pregunta sin respuesta y eso me hace sentirme culpable.

- El silencio puede ser tan bueno como malo porque permite encontrarte a ti mismo y encontrar la tranquilidad y la paz que buscas, siempre que puedas silenciar tu mente. Pero otro lado, el silencio y la soledad te pueden llevar poco a poco a un estado de acomodo y encontrarte a gusto contigo mismo llegándote a alejar de los demás. Por desgracia, aquellas personas que están a su lado son los que sufren las consecuencias porque se van alejando de tu vida con su silencio. Me da la impresión de que miran para otro lado y no quieren escucharte.

- Llegar a un equilibrio con el silencio es lo más importante porque, sin estar metido en ti mismo puedes llegar a esos momentos de paz que necesitas para perdonar, reflexionar y curar tus heridas.

En definitiva, el silencio es una buena arma de defensa hacía el mundo que nos rodea, pero cuando el silencio ya es palpable puede ser perjudicial para el ser humano. El silencio es un buen mensaje y es la herramienta que tienes para seguir viviendo y experimentando nuevas sensaciones.

No hagas de tu Silencio tu forma de Vida ni lo utilices como Salvavidas.

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Jesús Mª Salvador ©
7-12-2019

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